Las vacaciones de verano son un
momento excelente para pensar en los buenos propósitos de cara al nuevo ‘curso
escolar’. Son una especie de segundo fin de año, que es cuando la mayoría de
las personas se plantea qué cambiar en su vida, qué olvidar y qué mejorar…
Esto también se puede trasladar
al mundo de la empresa. Las vacaciones de verano son una gran oportunidad para
pensar qué queremos cambiar en nuestra organización. Es un gran momento para
PENSAR. Para pensar con claridad y tranquilidad en el modelo de negocio, en la manera de gestionar, en las personas
y en sus competencias, en los clientes, en nuestros productos y servicios… El día a día absorbe nuestro tiempo. Y, precisamente, en vacaciones de lo que más disponemos es de tiempo. Dediquémosle aunque sea dos horas al día a pensar y a organizar el nuevo ‘curso escolar’. La empresa lo agradecerá.
Felices vacaciones
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